Córdoba tiene decidido ya ampliar las restricciones y reforzar las acciones sanitarias en territorio para tratar de contrarrestrar la abrupta escalada de casos confirmados de Covid-19 en la última semana. Los datos son críticos: hay casi 15 mil casos activos y 12 departamentos se ubican en un riesgo alto, según establecen los cinco indicadores que usa el semáforo provincial.
Fuentes del Gobierno y de la mesa de seguimiento sanitario anticiparon a La Voz un esquema que, de no producirse situaciones especiales, entrará en vigencia la medianoche del próximo viernes: habrá mayores limitaciones a las actividades recreativas, nocturnas y deportivas; suspensión de las reuniones familiares y sociales por dos semanas, y una limitación a las actividades extraescolares que conforman la “periescuela”.
A la vez, se reforzarán los testeos, con operativos de toma de hisopados masivos en toda la provincia, y se instalarán carpas de atención prehospitalaria en dos corredores que muestran un crecimiento crítico de contagios: el del sudeste provincial y el de Sierras Chicas, desde Río Ceballos hasta La Granja.
El combo de medidas de limitaciones a la movilidad y de refuerzos sanitarios surgió luego de la reunión que tuvieron el ministro provincial de Salud, Diego Cardozo, y su par de Gobierno, Facundo Torres, con los 427 intendentes y jefes comunales de Córdoba. En el encuentro, hubo fuertes reproches por el bajísimo número de testeos y por el relajamiento del seguimiento de contactos estrechos y del control de aislamiento de casos en muchas localidades.
Las medidas de restricción están avaladas por el comité de expertos que asesora al Ministerio de Salud provincial y tienen respaldo en investigaciones epidemiológicas:
La mediana y el promedio de las personas que se contagian están en el rango de 30 a 35 años.
La tasa de contagio R0 es de 1,4 en el grupo etario de 18 a 30 años y es menor a 1 en los mayores de 50 años.
La mayoría de las activaciones de protocolos en escuelas se originan en casos positivos de padres por reuniones sociales o familiares o actividades extraescolares.
Con estos datos de respaldo, las medidas que pondría en marcha Córdoba serían una limitación al funcionamiento nocturno de bares (no así restaurantes, que funcionan con público de mayor edad), suspensión de actividades deportivas y recreativas grupales (en especial, torneos de fútbol), cierre temporal de salones de fiestas y eventos como bautismos, casamientos o cumpleaños infantiles, y 15 días sin reuniones familiares.
“Sabemos que el límite es muy finito y que, si no se toman decisiones a tiempo, luego ya no hay manera de hacer seguimiento de casos y contactos, de aislar y cortar la cadena de contagios. Ni de armar el control prehospitalario de los casos positivos. Sólo nos queda hacer medicina asistencial”, confió un experto que participó de la elaboración de la estrategia.
Córdoba no necesita que venza el decreto presidencial el 21. Pero recién pondría en marcha estas medidas cuando se pueda garantizar que en los municipios de toda la provincia esté rearmada la estructura de contención sanitaria. El Ministerio de Salud provincial y el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) reforzarán los puntos críticos, como lo vienen haciendo en Morteros, el caso que se presentó como modelo a los jefes de gobierno locales. En esa ciudad se pasó de tener 609 casos activos hace 24 días a 120 el sábado, con tres semanas de 250 testeos diarios, en una población de 17 mil habitantes.
La idea es retomar el trabajo con los equipos en territorio, muchos disgregados durante la desescalada. “Empujan la ola el cambio de clima y la necesidad de adaptarse a reducir el relajamiento y la convivencia con la apertura total. La segunda ola no llegó aún. Es fundamental el trabajo territorial de detección, de seguimiento y de derivación oportuna. Hay experiencia en eso por parte de los gobiernos locales y hay que seguir articulando con ellos”, resumió el legislador Francisco Fortuna, exministro de Salud provincial y miembro del comité de expertos.
En la reunión con los intendentes, no sólo hubo mención a buenas prácticas. También se cuestionó a municipios que tienen una proporción tan alta de positividad que es claro que sólo despachan un test al sintomático que acude al centro de salud, sin rastrear sus contactos ni salir a cortar la cadena de contagios.
Se mostraron datos lapidarios: Ascochinga, con 50 por ciento de positividad, y La Calera, con 42,8%, fueron los peores en el departamento Colón; General Roca, con 81%, y Corral de Bustos, con casi el 70%, los más cuestionados de Marcos Juárez, y casi el 60% en Laboulaye, en Roque Sáenz Peña, algunos de los señalados.
En la misma ocasión, el Ministerio de Salud rindió cuentas en la reunión. Recordó que entregó 140 mil test la última semana, para acumular 1,8 millones en 2021. Y se transfirieron 425 millones de pesos desde julio del año pasado, con una previsión de superar los 700 millones este año, remarcó el Gobierno.
Fuente: La Voz