Viernes
14 de Marzo de 2025
14 de marzo de 2025
La industria y la construcción, dos de los rubros más impactados por la recesión de 2024, comenzaron el año con altibajos. El mercado ajustó hacia arriba su proyección de mejora del PBI para este año
El EMAE del año pasado, de punta a punta, mostró una caída de la economía de 1,8%, menor a la esperada por el mercado. Y que en diciembre, en comparación con diciembre del año anterior, hubo un repunte de 5,5 por ciento. En ese contexto, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central midió que las proyecciones de mejora del PBI para este año fueron ajustadas al alza desde 4,6% que esperaban las consultoras un mes atrás, hasta 4,8 por ciento.
“Sin embargo, la recuperación está liderada por el sector privado, alentada por los créditos hipotecarios. En cuanto a la industria, el panorama es más incierto: la apertura de importaciones y la estabilidad del dólar favorecen la compra de insumos, pero al mismo tiempo desincentivan las exportaciones y la adquisición de bienes finales locales”, aseveró García Kerman.
“Otros sectores, como la minería, el petróleo y el gas, podrían contribuir a la recuperación. Por su parte, el crédito privado está creciendo hace varios meses seguidos y esto ayuda a la recuperación en todos los sectores en general. Un sector que se recupera en gran parte por el crédito es el comercio. En febrero, según nuestra desestacionalización, las ventas minoristas de CAME crecieron un 1,1% mensual. En conclusión, la recuperación de la actividad es heterogénea pero es evidente”, completó la economista de Econviews.Ese semáforo sectorial de Econviews, elaborado con datos oficiales y privados, arrojó distintas conclusiones: la producción industrial en enero registró una caída de 1,4% en términos mensuales, aunque mostró un leve crecimiento de 0,8% en la comparación trimestral. En el sector automotriz, la producción de vehículos aumentó 2,1% en febrero respecto del mes anterior y acumuló un alza de 1,9% en términos trimestrales.Por otro, el siderúrgico presentó un comportamiento dispar. La producción de acero creció 7,3% en enero en la medición mensual, pero cayó 10,9% en términos trimestrales. En cuanto a la producción de alimentos, la industria avícola mostró un incremento de 6,9% en enero tanto en la variación mensual como en la anual. En contraste, la producción láctea descendió 1,4% en el mes, aunque subió 1,9% en términos trimestrales.En la industria molinera, la producción de harina aumentó 0,4% en enero, con una leve mejora de 0,1% en términos trimestrales. En el sector energético, la producción de petróleo se mantuvo estable en enero, mientras que la de gas creció 4,7% en la medición mensual, aunque registró una baja de 2,7% en el trimestre.
El sector de la construcción mostró señales de recuperación. La producción de cemento subió 3,1% en febrero respecto de enero y acumuló un incremento de 5,2% en el trimestre. La actividad general de la construcción, en tanto, registró una leve caída mensual de 1% en enero, pero una mejora de 2,3% en términos trimestrales.El consumo de combustibles mostró variaciones moderadas, con un aumento de 2,1% en la venta de naftas en enero, mientras que el patentamiento de motos cayó 14,4% en febrero, aunque acumuló un alza de 11,1% en el trimestre.LCG apuntó en un informe reciente qué puede pasar con la construcción, que con mucha diferencia fue el sector que más cayó a lo largo de 2024. “Después de dos meses consecutivos de crecimiento mensual, la construcción volvió a caer en enero: -1% mensual sin estacionalidad. Deja una contracción anual del 1,3 por ciento. Este último dato resalta ya que la base de enero era sensiblemente baja”, aseveró.
Sobre la industria, la Fundación FIEL dijo en su último informe: “La industria volverá a crecer en 2025 después de dos años, pero deberá profundizar los esfuerzos para elevar la productividad -lograr reducciones reales de costos- y con ello mejorar la competitividad, mientras el proceso de reformas puestas en marcha alcanza madurez”, mencionaron, aunque aseveraron que el sector deberá “sortear” desafíos.
Entre ellos, nombraron: “Un menor crecimiento esperado de Brasil –que experimenta mayores presiones inflacionarias y una política monetaria astringente‐, teniendo en cuenta que ese país significó en 2024 el destino del 38% de las exportaciones”, junto con “el crecimiento de importaciones en un contexto de atraso cambiario, mayor apertura y recuperación de actividad” y, por último, “las consecuencias de la guerra comercial global con la atención puesta en la búsqueda de mercados alternativos para la producción industrial de los países alcanzados por las restricciones aplicadas”.