Sabado
19 de Abril de 2025
19 de marzo de 2025
En una cálida charla en nuestra mesa de trabajo, Agustín Araya, un joven del barrio que representa a los Ríos Tercerenses en el mundo de las destrezas gauchas, compartió su historia. Un camino que comenzó de una manera inesperada, después de un accidente que le permitió descubrir su pasión por los caballos y las destrezas.
“Empecé a los cinco o seis años, tras un accidente que me dejó con nervios que me impulsaron a buscar una salida, y los caballos fueron la respuesta”, relata Agustín, quien hoy en día es un campeón nacional (2016) y subcampeón (2014). Con el paso de los años, su amor por el caballo se transformó en una carrera que no solo le ha otorgado logros, sino también un profundo vínculo con sus animales.
“Al principio lo tomaba más como diversión, pero a medida que crecí entendí que para ganar no solo se trata de habilidad, sino de tener una mentalidad ganadora, tanto con el caballo como conmigo mismo”, explica Agustín. Para él, cada competencia no solo es una oportunidad de brillar, sino un momento de conexión con el animal, de conocer sus fortalezas y debilidades.
Este joven competidor nos cuenta que el entrenamiento no es fácil. “Ahora entreno unas dos horas, pero lo más importante es preparar a los caballos y tenerlos bien cuidados para el nivel competitivo. La relación con el animal es fundamental, es un ida y vuelta”, dice.
Con el objetivo de seguir alcanzando grandes metas, Agustín se prepara para las próximas competencias, buscando revalidar su título nacional. “Este año quiero seguir luchando por el campeonato y seguir trabajando para lograrlo. Aunque es complicado, no es imposible”, asegura.
A pesar de sus logros, Agustín se enfrenta a la realidad de muchos deportistas: la necesidad de compaginar su pasión con el trabajo diario. “Es complicado vivir de esto, pero sigo adelante porque el caballo es parte de nuestra familia”, finaliza Agustín, quien, con su esfuerzo y dedicación, no solo busca alcanzar más títulos, sino también inspirar a las nuevas generaciones del barrio.